Las diversas construcciones que tienen que ser ancladas en el suelo se montan utilizando tornillos de tierra. Fueron inventados por Klaus Krinner cuando tuvo que fijar un secador de ropa rotary en el suelo para su esposa. Esta idea ha crecido hasta convertirse en un gran negocio internacional.
Los tornillos de tierra se utilizan para todo lo que tiene que estar firmemente anclado y también de forma reversible en el suelo, incluidos los cobertizos para coches, señales de tráfico, barandillas, terrazas – y secadores de ropa rotary, por supuesto. Los tornillos de tierra han experimentado un auge desde la propagación de grandes sistemas solares. Miles de tornillos de tierra son conducidos mecánicamente en el suelo por Krinner y sus empresas asociadas para instalar de forma segura y firme los paneles solares sobre ellos. Las máquinas diseñadas por Krinner específicamente para la colocación de tornillos de tierra han sido impulsadas de forma fiable por motores diésel refrigerados por aire Hatz desde 2014, y por motores refrigerados por líquido desde 2015.
Krinner y Hatz: Una Asociación Exitosa
En 2005, la empresa familiar Krinner se enfrentaba a un paso importante en la historia de la empresa: el negocio de los tornillos de tierra no solo se había establecido en Alemania, sino que también estaba floreciendo en todo el mundo gracias a las cooperaciones con empresas asociadas. Se montaron proyectos cada vez más grandes, incluidos un gran número de parques solares, sobre tornillos de tierra Krinner. Unos años más tarde, debido al número creciente de tornillos que tenían que ser impulsados en el suelo, Krinner comenzó a desarrollar y diseñar una máquina que permitiera que este proceso se automatizara extensamente. El departamento de desarrollo interno dirigido por el miembro de la familia Günther Thurner diseñó la primera máquina. Los requisitos planteados a la máquina desde el principio eran altos, lo que también determinó las exigencias sobre la calidad, potencia y durabilidad del motor. Con el motor diésel de tres cilindros refrigerado por aire Hatz 3L41C con 36 kilovatios a 2,300 revoluciones por minuto, Hatz tenía el modelo ideal en su cartera. Durante los años siguientes, Krinner fabricó alrededor de 15 máquinas al año para sus necesidades internas y las de sus empresas asociadas, y así amplió su posición de liderazgo en el mercado global de tornillos de tierra.