Las piezas de copia y no OEM pueden parecer similares y costar menos inicialmente, pero con frecuencia no cumplen con las especificaciones de material precisas, la calidad de soldadura o las tolerancias de fabricación de los componentes originales de Hatz.
Las máquinas con motor Hatz a menudo trabajan en las condiciones más severas—vibraciones extremas, polvo, suciedad y cambios de temperatura.
Bajo estas tensiones, las piezas inferiores pueden fracturarse, aflojarse o desintegrarse. El resultado puede ser un daño catastrófico en el motor y, especialmente en equipos compactos, una pérdida económica total.